Chicas les cuento que siento una enorme
fascinación por vestir de negro, siempre me ha gustado… incluso, ¡la mayoría de mi ropa es negra! Cuando la uso, trato de combinarlas
con otros colores o estampados para crear outfits que no tan serios y un poco más
alegres, aunque no voy a negarles que a veces me encanta ir totalmente de negro
de pies a cabeza.
Para mí vestir de negro es seriedad y elegancia. Según la
psicología del color, el negro brinda -a todo aquel que lo use- cierto
tipo de comodidad y protección. Este tono tiene la capacidad de significar
poder y control, y hasta
podemos pasar de inadvertidos.
¡Es increíble como la ropa puede lograr transformarnos!
Ciertamente, una buena elección para un básico: la camisa, el
vestido, el pantalón, un par de zapatos, quizás hasta para un blazer o chaqueta. El negro nunca
pasa de moda, siempre combina con todo, y no necesitas de ningún otro color
para lucirlo; pero si quieres variar, puedes jugar con lo que sea… ¡sí, con lo
que sea! con colores, texturas, accesorios... Sin duda alguna es una apuesta
segura para esos días en los que no sabes que ponerte o, por el contrario,
quieras lucir elegante.
LA CONTRADICCIÓN DEL NEGRO
Hace poco leí un libro “El poder de la ropa” (súper
recomendado), y bien decía que vestir de negro tiene dos verdades. Por un
lado, que es un color muy favorecedor y elegante, que se puede usar todo el
tiempo, a cualquier edad y en casi toda ocasión. Por otro lado, se ha
convertido en el gran uniforme de los perezosos que no quieren dedicarle tiempo
a su vestimenta o para miedosos que no se atreven a experimentar con el color…
Ouch, ¿Fuerte esto último no?
Mi opinión personal al respecto es que la segunda opción se convierte
en verdad para quienes abusan el uso de este tono constantemente ¿Ustedes
qué opinan? Los leo en los comentarios.
Les dejare por acá algunos looks elegantes, casuales, sport, súper chic y lo mejor, muy fáciles de recrear, de corazón, espero les gusten.
No hay comentarios
Publicar un comentario